Érase una vez en tiempos digitales

Empieza el cuento, pero nunca es una vez.
La primera vez que le miras el móvil, la historia sigue, el cuento sigue y le llamas puta, no te sientes bien, quizá estés rabioso e incluso triste. Pero eso es un dato irrelevante.
Tus palabras le han hecho daño.
Pero tú no lo has pensado, porque las cicatrices del alma son invisibles para monstruos como tú.
Puta, guarra… ¡PARA el cuento, puedes hacerlo!
Tú que miras como tu amigo difunde una foto de su ex, ¡PARA el cuento, puedes hacerlo!
Tú que recibes un wasap con contenido machista, ¡PARA, grita, no lo permitas!
Puedes hacerlo, PORQUE ESTO NO ES UN CUENTO.
Érase una vez y dos y tres. No lamentes el final.
Escribe la historia de otra manera.

Aigrol