Como todas las noches

Estaba solo en su cuarto, como todas las noches, con la única diferencia de que, en ese caso, tenía la pistola en la mano, decidido a usarla.

Como todas las noches, sus padres estaban peleándose escandalosamente entre ellos. Trasladaron, como todas las noches, el pleito al patio, donde el padre llevaba las de ganar.

Determinado a no soportarlo más, apuntó desde su ventana, sin importarle quien fuera a recibir la bala. Esa noche no sería como todas.

Eduardo Barragán Ardissino